Gobernador.
El desempeño realizado por el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán contó con la aprobación de siete de cada diez bajacalifornianos. A excepción de Tecate y Tijuana, en donde el consentimiento disminuyó a seis, la tendencia estatal se mantiene en los tres municipios restantes. El trabajo de Osuna Millán fue calificado con 6.9, calificación que a excepción de Tecate (6.8) se mantiene a nivel estatal, y su credibilidad es considerada como “regular” por seis de cada diez ciudadanos.
La seguridad sigue siendo prioritaria para los bajacalifornianos, sin embargo en marzo la solicitud de atender esta área reflejó una disminución de poco más de cinco puntos porcentuales que la posicionan como la más baja de los últimos ocho meses. Ésta es seguida por la educación, área que presenta un incremento que la ubica como la más alta de los últimos siete meses, y en tercer lugar la pavimentación y bacheo. Cabe resaltar que hay una disminución en la prioridad de atender la economía en el estado, siendo el menor índice que esta área ha obtenido en los últimos doce meses.
Mientras que el trabajo realizado en obra pública, salud, educación, turismo y deporte cuenta con una calificación aprobatoria igual o mayor a siete, en desarrollo económico, seguridad y desarrollo social las calificaciones obtenidas no son aprobatorias. A nivel estatal la calificación promedio de las diversas áreas es de 6.7; mientras que el promedio se incrementa en Ensenada (6.9) y Tijuana (6.8), en los municipios restantes se mantiene el promedio estatal.
Coincidiendo con el promedio acumulado obtenido durante su gestión, a nivel estatal cinco de cada diez bajacalifornianos consideran a Osuna Millán cercano e involucrado con la comunidad, proporción que se mantiene en los cinco municipios.
Alcaldes.
Durante su cuarto mes de gestión los alcaldes de la entidad fueron aprobados por siete de cada diez ciudadanos. A excepción de Enrique Pelayo (Ensenada), quien contó con la aprobación de seis de cada diez ciudadanos, la tendencia estatal se mantiene en los municipios restantes.
A nivel estatal los alcaldes obtuvieron una calificación promedio de 7.0; mientras que Javier Urbalejo (Tecate) y Javier Robles (Rosarito) obtuvieron calificaciones superiores al promedio estatal, Francisco Pérez (Mexicali) y Enrique Pelayo (Ensenada) estuvieron por debajo del promedio. Cabe resaltar que Urbalejo (Tecate), Robles (Rosarito) y Bustamante (Tijuana) presentan un incremento con relación al mes anterior, situación que resulta contraria para Pérez (Mexicali) y Pelayo (Ensenada) ya que en marzo obtuvieron la calificación más baja de los últimos tres meses.
A pesar de que la credibilidad en los cinco alcaldes se mantiene como “regular”, mientras que los alcaldes de Tecate y Rosarito son quienes cuentan con un mayor índice de credibilidad “alta” (15.8% para ambos) resultó ser Enrique Pelayo (Ensenada) el que contó con menos credibilidad (38.3%) en el estado.
La principal solicitud que los ciudadanos hacen a sus alcaldes es atender con prioridad la seguridad, seguida por la pavimentación / bacheo y la economía en el municipio. Mientras que la demanda de seguridad es mayor para Javier Urbalejo (Tecate) y Carlos Bustamante (Tijuana), la solicitud de pavimentación se incrementa en Tijuana y Ensenada; y la demanda de atender la economía aumenta en Ensenada.
En cuanto al trabajo por área el promedio estatal es de 6.8, calificación que se mantiene en Tijuana, Mexicali y Ensenada, disminuye en Tecate y se incrementa en Rosarito. El trabajo realizado en obra pública, recolección de basura, turismo y deporte cuenta con una calificación aprobatoria igual o mayor a siete en los cinco municipios, sin embargo en transporte (a excepción de Rosarito que fue aprobado con 7.2), seguridad, desarrollo económico y desarrollo social fue reprobado en todos los municipios.
Exceptuando a Javier Robles (Rosarito), quien fue considerado por seis de cada diez ciudadanos como cercano e involucrado con la comunidad, para los cuatro alcaldes restantes existe una opinión dividida en cuanto a su cercanía con los ciudadanos.
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En días recientes se me compartió un estudio que otra empresa realizó enfocado a la evaluación de gobierno, de entrada aplaudo el esfuerzo ya que en mi filosofía personal y profesional la competencia siempre te hace mejorar, sin embargo ante el gran esfuerzo que durante catorce años hemos realizado en Imerk para incrementar la cultura de investigación en la región me resultó contradictorio identificar que en dicho estudio se dice evaluar el desempeño de los funcionarios durante el mes de marzo cuando el levantamiento de la información se hizo a partir de mediados de ese mismo mes. Es importante resaltar que para medir un periodo específico hay que esperar la conclusión del mismo, con la única excepción de que se trate de un tracking y se vayan generando resultados periódicos.
Tomo lo anterior como un ejemplo para urgirlos a revisar detalladamente la metodología de cualquier estudio que llegue a sus manos, incluyendo los propios de Imerk, ya que cualquier error en la metodología de los mismos puede llevar a sus lectores a falsas conclusiones.
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